¿Por qué son mejores los envases de metal que los de plástico?

El packaging metálico es la opción más adecuada para nuestra salud y la del planeta

Existen diferentes tipos de materiales utilizados para el embalaje. El metal es uno de ellos y es idóneo para el envasado de muchos productos, especialmente de alimentos. Además, es la mejor alternativa respetuosa con el medioambiente a otros residuos de usar y tirar, difíciles de reciclar y altamente contaminantes como el plástico.

No se trata de un elemento de reciente incorporación a la industria alimentaria. De hecho, su uso se popularizó durante la Revolución Industrial. Empezó a utilizarse para elaborar envases de galletas y otros dulces. Inicialmente, eran de hojalata «desnuda» –sin diseño– y fue en el año 1866 cuando comenzaron a comercializarse los primeros envases decorados.

El proceso de elaboración del envasado metálico de alimentos y bebidas ha evolucionado de forma significativa. En la actualidad, casi ningún producto tiene contacto directo con el metal. Esto es posible gracias al recubrimiento de grado alimenticio que garantiza que el contenido permanece completamente aislado.

Hay muchas clases de metal como el hierro, el acero, la hojalata, el aluminio, etc. Sin embargo, los envases de hierro no son apropiados para productos que contengan líquido o humedad, ya que el material podría oxidarse y provocar consecuencias muy perjudiciales para la salud. Es por ello por lo que la mayoría del envasado se fabrica con hojalata, un metal realmente bueno para almacenar alimentos.

Ventajas de los envases de metal

Sostenibilidad

Los envases y cierres metálicos son 100 % reciclables y se pueden reciclar infinitas veces sin perder calidad, mientras que otros materiales solo lo permiten en dos o tres ocasiones o no cuentan con esta posibilidad. Además, el metal es el embalaje más reciclado de Europa y se estima que un elevado porcentaje de todo este elemento producido en el mundo se sigue utilizando en la actualidad.

Durabilidad

El metal se puede usar una y otra vez y es muy resistente al paso del tiempo, así como a impactos y golpes que pueda sufrir durante su transporte o utilización. El plástico, por el contrario, tiene una vida útil muy corta pues, generalmente, es de un solo uso. Este breve ciclo de vida da como resultado toneladas de desechos plásticos acumuladas en océanos, playas, parajes naturales y vertederos contaminando y poniendo en riesgo la fauna y la flora.

Conservación

El envasado de metal es uno de los más seguros y se ha considerado tradicionalmente como la mejor forma para conservar alimentos en épocas de guerra y crisis. Es completamente inocuo y no modifica el sabor, el aroma ni la calidad del producto almacenado. Gracias a su cierre hermético, protege el contenido contra la luz, el oxígeno o cualquier otro contaminante, impidiendo la aparición de microorganismos en el interior y su descomposición por estar en contacto con la atmósfera. Además, retiene todas las propiedades del alimento protegiendo sus nutrientes esenciales como las vitaminas, los minerales y los antioxidantes.

Como se ha mencionado anteriormente, aparte de estar resguardados por el material, los productos envasados en metal están aislados por un recubrimiento de grado alimenticio. Por otro lado, si sufren un daño o golpe, el interior permanecerá en buenas condiciones para su consumo.

Así mismo, algunos envases metálicos están sellados con una tapa o un precinto de aluminio que ofrece al consumidor la total certeza de que el producto no ha sido manipulado. Estos envases suelen suministrarte con una tapa metálica para que, una vez desprecintados, se puedan abrir y cerrar.

Seguridad alimentaria

Los alimentos envasados en plástico corren el riesgo de que sustancias tóxicas como el bisfenol A y ftalatos – toxinas que pueden ser cancerígenas y afectar al sistema reproductivo o al equilibrio hormonal– se liberen del envase y contaminen el contenido. El packaging de metal es inocuo y está libre de componentes que pueden ser dañinos para la salud.

Reutilización

Se puede dar una segunda vida a los envases metálicos convirtiéndolos, por ejemplo, en una maceta o en un recipiente para guardar pasta, arroz, eritritol, material de oficina, etc. Alargar la vida útil de cualquier objeto es vital para evitar el consumo y reducir la cantidad de residuos.

Diseño

El metal añade elegancia a los envases y los hace mucho más atractivos. Además, es un material que permite distintos tipos de acabados para conseguir un diseño único.

Estas son las razones por las que el packaging metálico es la mejor alternativa al plástico. Debido a los graves problemas que representa el plástico en nuestra salud y la del medioambiente, todos debemos reducir su uso tanto como sea posible. A partir de ahora, te animamos a hacer cambios en tus hábitos de consumo y apostar por productos envasados con un material mucho más sostenible y respetuoso con el planeta. ¿Nos dejas formar parte de esos cambios?

En Aldous Bio elegimos ser coherentes y evitar el uso de plástico, a la vez que velamos por la seguridad del consumidor. Nuestros envases son de metal, sostenibles, reciclables y reutilizables. Nuestra filosofía se sustenta sobre la idea de que para fabricar nuestros productos debemos respetar el medioambiente y no hipotecar los recursos naturales de las próximas generaciones.

El planeta necesita consumidores responsables, ¿te unes?

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